domingo, 30 de mayo de 2021

"SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD" - HOMILÍA DE MONS. ANGELELLI



Lecturas del día:

Deuteronomio 4,32-34.39-40. / Salmo 33(32),4-5.6.9.18-19.20.22. / Romanos 8,14-17.


Evangelio del día según San Mateo 28,16-20.

En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo".


 Homilía de Monseñor Enrique Angelelli

 ¡Qué hermosas son las lecturas de esta fiesta de la Santísima Trinidad! Ellas nos deben ayudar a reflexionar con mucha sinceridad de corazón. 

Comienza por introducirnos así: “bendito sea Dios Padre y su Hijo Unigénito Jesucristo y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros los hombres. Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios allá arriba en el cielo y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos y prolongues tus días en el suelo que el Señor tu Dios te da para siempre. (Deuteronomio 4, 39-40). Dichosa la Nación cuyo Dios es el Señor. Hermanos, alégrense y trabajen por perfeccionarse; anímense mutuamente; tengan un mismo sentir y vivan en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. Salúdense mutuamente con un beso santo. Así la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre Dios y la comunión del Espíritu Santo estará siempre con ustedes.

 Desde niños, amigos, hemos aprendido a confesar, invocar, adorar y bendecir a Dios, desde la mañana cuando despertamos hasta la noche antes de entregarnos al sueño y al descanso. Lo hacemos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y en el Nombre de la Santísima Trinidad bendecimos nuestros trabajos; nuestras obras al iniciarlas; nuestro pan de cada día; nuestros enfermos; nuestros niños; nuestros ancianos. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo bautizamos a nuestros hijos; hacemos los testigos de la Fe cristiana en la Confirmación; perdona la Iglesia los pecados, por el poder recibido de Jesucristo y con la fuerza del Espíritu Santo; consagramos el amor de los nuevos hogares; celebramos la Eucaristía; ungimos a nuestros enfermos; despedimos a nuestros muertos. En el Nombre de la Santísima Trinidad tenemos modelos de vida santa e intercesores en el cielo en los santos; colocamos la cruz en cada cuna y en cada tumba; en el nombre de la Santísima Trinidad se fundó nuestra ciudad de todos los Santos de la Nueva Rioja; consagramos nuevos sacerdotes y consagran sus vidas nuestras hermanas religiosas; nuestros laicos asumen la responsabilidad de hacer una sociedad nueva según el Evangelio de Cristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, al señalar el rostro de cada hombre con las aguas bautismales y la unción del óleo santo reconocemos la dignidad de cada hombre, hecho a imagen de la Trinidad y templo vivo de Dios. En el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo trabajamos para hacer de nuestra tierra una tierra de justicia y de paz; una tierra de hermanos y de esperanza; una tierra que haga felices a todos sus hijos. El sello de Dios está en cada hombre; no importa su raza, su manera de pensar y de vivir. En el nombre de Dios Padre fuimos creados para ser hermanos, hijos de un mismo Padre e iguales entre nosotros; así salimos de las manos de Dios, aun cuando no le reconozcamos ni alcancemos a distinguir su rostro en el rostro de los demás.

Es bueno que recordemos estas verdades fundamentales en el día de la Patria. Nos hace mucha falta. Porque podemos estar buscando con las palabras la ansiada paz, la justicia y la fraternidad y con las obras concretas de cada día no ser consecuentes. Es hora de profunda reflexión y de gran sinceridad ante Dios y ante nosotros mismos. Porque cuando a diario constatamos nuestra realidad, encontramos también que el Templo vivo de la Santísima Trinidad que es el hombre argentino, está profanado de muchas maneras y situaciones. Y recibimos el mandato de Cristo, que nos trajo la vida de Dios a los hombres: “vayan por todo el mundo; hagan discípulos en toda la tierra; bauticen en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enséñenles a guardar todo lo que les he mandado. Y sepan que estoy con ustedes hasta el fin del mundo”. Esto nos hace exclamar: “Señor, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra” (Sal. 8). Todo esto que estamos reflexionando nos hace comprender mejor nuestra fe cristiana, nuestras celebraciones sacramentales; nuestros santos patronos; nuestro hambre y necesidad de paz, justicia, fraternidad, esperanza y alegría de vivir; la Iglesia; su misión y la pascua de Cristo que entrega a los hombres y la misma vida de los hombres, tiene como fundamento y como fuente de VIDA en plenitud, a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. San Pablo nos dice: “en Dios, existimos, nos movemos y somos”.

Monseñor Enrique Angelelli
Celebración de la Santísima Trinidad, 25 de mayo de 1975



Compartimos un fragmento de un poema de Monseñor Angelelli, que nos ayuda a rezar en este día:

¿Saben? lo aprendí junto al silencio...
Dios es Trino y es uno,
es vida de Tres y un encuentro...
aquí la historia es camino
y el hombre siempre un proyecto.

Y compartimos también una canción del grupo Filocalia, aquí escucharán el poema completo:



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Más información de Monseñor Angelelli y compañeros mártires (Click Aquí)

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domingo, 23 de mayo de 2021

"Hoy tienes un amigo más, el ESPÍRITU SANTO" - Venerable Matteo Farina






En este día de Pentecostés, queremos compartir con ustedes una carta del venerable Matteo Farina, con ocasión de la celebración de confirmación de una de sus amigas. 

Hola Francesca:

Siento mucho no haber celebrado tu Confirmación contigo. Es verdad que ahora tienes un amigo más, el mejor de todos: el ESPÍRITU SANTO. ¡Es Dios que viene a habitar en nosotros! Trata de pensar un momento: la inmensidad de Dios que ha elegido como casa nuestra pequeñez, nuestras debilidades y nuestros errores, para volvernos cada vez más como Él nos quiere.

Es importante que no desprecies nunca este DON y no lo dejes nunca sin consideración. El ESPÍRITU SANTO necesita ser invocado, tenido siempre en el centro del corazón y de los pensamientos; a cambio, tú ya has tenido la suerte de recibir sus siete dones (sabiduría, ciencia, intelecto, consejo, piedad, fortaleza, temor de Dios). Sé que es difícil recordarlos todos, pero apréndetelos poco a poco y verás que todos son llama de amor y enseñanza para realizar buenos actos. Todos sabemos qué te hemos hecho este año, y sobretodo cuánto has sufrido; yo no puedo decirte que no volverás a sufrir, pero puedo asegurarte al 1000% (y querría demostrártelo todavía más querría con mi vida) que si te confías a Él siempre y en cada momento, tus lágrimas serán secadas por Su llama, caricia de Amor. Podría sucederte, durante tu vida, que pierdas todos los amigos, que te quedes sola, sin familia. ¿Sola? ¡NO, NUNCA! Recuérdate siempre confiarte a Dios Uno y Trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo).

Por lo que a mí respecta, espero poder estar cerca de ti lo más posible, y que esta sencilla carta, que ha escrito el Espíritu Santo utilizando mis manos, pueda ser el impulso para seguir las palabras de Jesús: “Id y anunciad a todo el mundo; Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final del mundo”. Estas palabras no son solo un fragmento del Evangelio, sino sobre todo el mapa para seguir el camino de Dios.

FRANCESCA, HEMOS RECIBIDO EL ESPÍRITU SANTO, ¡ANUNCIEMOS A DIOS A TODOS! ¡ÁNIMO! ¡DIOS ESTÁ CON NOSOTROS!

La bendición de Dios descienda sobre ti y sobre tu familia en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Paz y Bien. Adiós.
Tu amigo Matteo 27 de junio 2005

Pd: Esto es lo que Dios ha querido comunicarte a través de mí; intenta escuchar siempre Su voz, hasta el final de tu vida.
¡QUIEN CONFÍA EN DIOS NO QUEDA DEFRAUDADO!


Esta publicación es una colaboración de Juan Francisco Suaréz, administrador de "De la Puerta de la Lado", les recomendamos visitar este sitio: en Facebook y en Instagram


¿Quien es Matteo Farina?

Matteo Farina (1990 -2009) de Bríndisi, ha trascurrido su breve, pero  intensa vida terrena, rodeado del afecto de su familia, de sus amigos, de la comunidad parroquial y de su novia. Como todos sus  compañeros de su edad practicaba diversos deportes y cultivaba algunos hobbies. Amaba la música y había aprendido a tocar algunos instrumentos musicales,  dando vida a una banda  al cual le dio el nombre de “No Name”.

Fuertemente apasionado por la química, deseaba continuar sus estudios en el campo de la ingeniería ambiental. Le gustaba también la informática y era un excelente estudiante.Participaba de la Santa Misa desde niño, leía cotidianamente la Palabra de Dios, recitando también el Rosario. Se confesaba cada semana. Dos eventos han marcado su vida: un sueño y el descubrimiento de un tumor cerebral.



El sueño
A los nueve años de edad Matteo sueña a San Pio de Pietrelcina que le revela el secreto de la felicidad y le encarga de  divulgarlo a todos.  Estas son las palabras de San Pio según el relato del pequeño Matteo “Si eres capaz de entender que quien vive sin pecado es feliz  debes hacerlo entender a los demás de manera que podamos ir todos juntos felices al Reino de los Cielos”.
Este sueño le hace entender su vocación y en seguida escribió: “Espero poder realizar mi misión de “infiltrado” entre los jóvenes, hablándoles a ellos de Dios  (iluminado justamente por Él)… observo a quien está alrededor, para entrar entre ellos silencioso como un virus y contagiarles de una enfermedad incurable, ¡el Amor!”.
La enfermedad
A los trece  años de edad aparecen los primeros síntomas del tumor, él no pierde la alegría de vivir su gran fe, mantiene su sonriso, sostiene a los demás enfermos durante su internación para las numerosas intervenciones quirúrgicas.
En el transcurso de su enfermedad escribe: “Querrías  gritarle al mundo que harías todo por tu Salvador, que estás listo para sufrir por la salvación de las almas, a morir  por Él.  Tendrás la manera de demostrarle tu amor”.
Matteo, campeón de la fe, a propósito de esta virtud teologal decía que “La fe es aferrarse a Dios para difundir su Palabra. Es rezar para nutrirse de su alimento,   aquel que permanece para siempre. Es  empeñarse para  seguir los planes de  Dios de la mejor manera. Es  inclinar la cabeza sin levantarlo con orgullo. Es hacer el bien en silencio y  reflexionar sobre el mal hecho”.
La felicidad es el fruto de la fe, decía Matteo “Abatirse nos es bueno para nada, debemos ser felices y dar alegría. Más alegría damos, más felices son los demás. Cuanto más son felices los otros, más felices somos nosotros”.
Aunque pueda parecer sorprendente en un joven de apenas 19 años, Matteo había comprendido profundamente el valor de la vida, la responsabilidad de haber recibido el don de la fe, de la familia;  el compromiso de no perder la vida en cosas inútiles, sino de vivirlo plenamente en el sentido humano y cristiano.
Su misión se puede describir con sus mismas palabras:
“Dios mío tengo dos manos, haz que una esté siempre cerca de ti  entonces ante cualquier prueba yo no me alejare de ti,  sino que estaré siempre más entrelazado; y la otra mano, te ruego, si es tu voluntad, déjala caer en el mundo… porque como te he conocido a través de los demás así también quien no cree pueda conocerte a través de mi. Quiero ser un espejo, el más límpido posible, y si es tu voluntad, reflejar Tu luz en el corazón de cada hombre. Gracias por la vida. Gracias por la fe. Gracias por el amor. Soy tuyo”.
Matteo tocando la guitarra con su banda "No Name"


Más información del venerable Matteo Fariña en: https://www.matteofarina.com/es/


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jueves, 20 de mayo de 2021

"Se puede ser joven y santo": Beato Carlo Acutis


-En el marco del ciclo de santidad "Se puede ser joven y santo", organizado por el Instituto de Cultura Universitaria (ICU) de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), hoy tendrá un encuentro dedicado al beato Carlo Acutis. -


El Instituto de Cultura Universitaria (ICU) de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) llevará adelante la tercera edición de su ciclo sobre la Santidad - en modalidad online - esta vez orientado a presentar testimonios ejemplares de jóvenes que siguieron el estilo de vida propuesto por el Evangelio, y lo hará en colaboración con el Instituto de Espiritualidad y Acción Pastoral de la UCA. 

El ciclo, que lleva el título “Santidad, una propuesta para los jóvenes de hoy”, se presenta bajo la modalidad de “diálogos con la cultura” y ofrece el testimonio de vida de jóvenes que, en cada momento histórico vivieron con coherencia y alegría el seguimiento de Cristo, el Evangelio y la fidelidad a la Iglesia, en definitiva que muestran que “se puede ser joven y santo”

La exposición, de acceso gratuito, será el jueves 20 de mayo de 18.30 a 20, a través del canal de YouTube de la UCA, y convocan a participar a todos los que deseen conocer más en profundidad la vida del beato "ciber apóstol de la fe". 

Los oradores en esta instancia serán cuatro jóvenes cuyos proyectos digitales están marcados por la vida del beato Acutis. Ellos son Milagros Rodón, representando a Radio María Joven; Juan Francisco Suárez, de De la Puerta de al Lado; Guadalupe García Corigliano, de Iglesia Millennial; y Diego Olivera, de Vivamos Juntos la Fe. 

Los próximos encuentros serán el jueves 17 de junio, sobre Floribert Bwana Chui; y el jueves 15 de julio, hablando sobre los santos jóvenes de la puerta de al lado.




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miércoles, 19 de mayo de 2021

Boletín de San José N° 3 : "Modelo de los trabajadores, ruega por nosotros"


Recientemente hemos celebrado la fiesta de San José Obrero, patrono de los trabajadores. A raíz de esto, queremos centrarnos en el valor del trabajo. Poder preguntarnos ¿Cómo vivo mi trabajo? ¿Es para mí lugar de encuentro con Dios? ¿Sirvo por medio de él a los demás? Los invito a contemplar a José, que él nos enseñe a redescubrir y vivir la dimensión espiritual del trabajo.

Nos dice el Papa Francisco en el punto 6 de su carta Patris Corde: “San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo.”

San José se ganaba la vida con la habilidad de sus manos. Y seguramente su taller fue testigo de muchas horas de trabajo, de oración, de las conversaciones compartidas con Jesús y María, de las veces que recibía y escuchaba con mucha atención las dificultades o preocupaciones de algunos de sus clientes.

Me gusta imaginar el taller de San José como un lugar cálido y de acogida, en el que no sólo entra el que necesita algo material sino también el que busca consuelo, palabras de aliento, compartir sus alegrías, acercarse a Dios. Eso es lo que José brindaba en su taller, esto es lo que aún nos sigue brindando hoy. Y es lo que estamos llamados a descubrir y a vivir en cada uno de nuestros trabajos, en ese lugar en el que Dios nos ha puesto, con las personas con las que nos ha confiado. Especialmente en este tiempo donde pareciera que el trabajo es sólo sacrificio, que su finalidad es sólo material y que es incompatible con el disfrute, el gusto, el placer.


Estamos llamados a asumir el compromiso de que, mientras ganamos con el trabajo el sustento para cada día, debemos realizarlo de modo que resulte provechoso para la sociedad, que sirva al bien de nuestros hermanos y contribuya a que se cumplan los designios de Dios en la historia. 
De esta manera El trabajo se convierte en participación en la obra misma de la salvación, en oportunidad para acelerar el advenimiento del Reino, para desarrollar las propias potencialidades y cualidades, poniéndolas al servicio de la sociedad y de la comunión. El trabajo se convierte en ocasión de realización no sólo para uno mismo, sino sobre todo para ese núcleo original de la sociedad que es la familia”.  (Patris Corde 6)

Le pidamos a nuestro querido san José, patrono de los trabajadores, que interceda por los que han perdido su fuente laboral y que nos ayude vivir el trabajo con vocación de servicio, como el escenario en el cual podemos santificarnos.

 

Hna. Mercedes Vega, op

Hermanas Dominicas de San José


Para terminar te invitamos a escuchar este himno a San José (recomendación de la Hna. Mercedes)







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