lunes, 29 de octubre de 2018

"Martirio con acento Riojano" - "Angelelli y compañeros mártires"- P. Luis Liberti



Ante algunos intentos de deslegitimar el proceso de beatificación del Padre Obispo Enrique Angelelli, comparto este trabajo del pbro. Dr. Luis O. Liberti quién ha trabajado en el proceso de su causa de beatificación activamente. 
P. Pablo Pastrone y P. Luis Liberti junto a la tumba de Mons. Angelelli

"El martirio con “acento” riojano: Mons. Enrique Angelelli, Wenceslao Pedernera, Pbro. Gabriel Longueville y Fray Carlos de Dios Murias ofm Conv". -  Pbro Dr. Luis O. Liberti
Descargar archivo "Martirio con acento Riojano".doc

 

 

 

 

 

 

 

Mons. Enrique Angelelli, el Pbro. Gabriel Longueville, el Fray Carlos de Dios Murias ofm Conv y el laico Wenceslao Pedernera,  serán beatificados el próximo 27 de Abril en la provincia de La Rioja - Argentina

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domingo, 21 de octubre de 2018

"Homilía en el día de la Madre" - Monseñor E. Angelelli



Mis buenos hermanos y amigos. Alabado sea Jesucristo.

Unidos en torno a la Palabra de Dios, que es su Mensaje de Buena Noticia y que hoy se actualiza en nuestra celebración dominical; y unidos en torno a la mesa de la Eucaristía, sintámonos, toda la diócesis, un único Pueblo que caminamos juntos hacia la Casa del Padre.

Hoy hacemos una recordación que nos llega muy cerca de nuestro corazón, es el día de la Madre, despojado este día de todo el sentido comercial que se le suele dar a estas celebraciones, quedemos junto a esa figura de mujer, para el hijo la más buena del mundo, la más linda, el ideal de donación y amor, de ternura. Y porque ella no está sola, centramos la mirada en la intimidad de nuestro hogar, quizás no aguantemos este momento... y dos besos muy de adentro los depositemos en las mejillas de nuestros padres, o una piadosa y sincera plegaria... para los que se nos adelantaron en el camino.

Quisiéramos quitar, hoy, de nuestro corazón, todo egoísmo y todo aquello que nos separa los unos de los otros, la Mujer que celebramos, es signo de encuentro, de diálogo, de construir juntos, de no condenarnos y dividirnos los unos de los otros, de que las ideas, las diferencias sociales, los sentidos religiosos distintos que le damos a la vida, no pueden matar al hombre que nacido en una comunidad, como es la familia, debe ser como el sacramento de la Familia Divina, planificada en la vida, a saber: la del Padre, del hijo y la del Espíritu Santo.

 Dos textos de la Biblia nos han guiado a la meditación y en el Encuentro con el Señor, esta mañana una mujer del A.T. Judith, otra del N.T. María, la Vírgen, Madre de Dios y de los hombres, dos cánticos, cantados por dos mujeres que nos narran el Plan de Dios, dos actitudes de apertura total al requerimiento de Dios y dos respuestas de servicio y compromiso total para servir a sus hermanos. Porque, María se hizo pobre interiormente, Dios obró maravillas de poner su casa con nosotros los hombres y llamarnos a construir en Él y con Él, una familia humana nueva según su plan; capaz de anidarse en ella la misma Vida que Cristo posee con el Padre y el Espíritu Santo. Una llamada de atención, para indicarnos que Dios rechaza el corazón orgulloso, satisfecho de sí mismo y vuelto sobre su propio egoísmo; y, a la vez, contarnos que el Señor exalta a los humildes de corazón, a los pobres según la Biblia.

Este padre que nos acaba de hablar nos dijo: la familia debe ser formadora de personas no de cosas; formar personas significativas, ir modelando en ese fruto del amor matrimonial, la imagen viva de Dios-Padres: ¿advierten la grave tarea de esta responsabilidad? ¿la comunidad riojana, ayuda a hacer personas y a que todos nuestros hijos riojanos se sientan realizados y tratados como personas?

Nos dijo también: la Familia es educadora de la FE: significa que el hogar debe transmitir la FE, no como un tradicionalismo sin compromiso con la vida, no sólo nociones y verdades abstractas, sino la adhesión consciente a una Persona que es Cristo, que se le debe acompañar, como lo hacemos en el orden biológico, todo el proceso de maduración, para que mañana no se sienta frustrado,  desorientado, sin saber responderse, qué sentido tiene su vida y que le dicen el conjunto de palabras y ritos. ¿Los padres están preparados para responder, guiar y ayudar a madurar a nuestros hijos? La FE ya se ha constituido respuesta a la vida, cuestiona nuestros procederes diarios. Somos simplemente: TESTIGOS ante nuestros hijos de que la FE no significa solamente unos cuantos acontecimientos religiosos en el año sino el compromiso de toda una vida según el Evangelio, en las actitudes privadas y públicas.

Nos dijo: promotora del desarrollo, ¿de qué desarrollo? del que meditamos en la Biblia y en el  Magisterio vivo de la Iglesia, de que la persona sea más, y no solamente posea más, del desarrollo de toda una comunidad que se personaliza cada vez más, se interrelaciona más entre personas integralmente logradas, del desarrollo que nos hace gritar en nombre del Evangelio, generador de personas y de auténticas comunidades hasta llegar a la comunión con el Señor, con la Eucaristía, como término de la marcha en comunión con los demás, con el otro. Es decir: preparar hombres, desde el seno familiar, para ser promotores del desarrollo, significa, que la familia sea capaz de brindar hijos capaces de eliminar todo aquello que esclavice, al hombre actual, que sea capaz de ser agente de cambios profundos; que sea un apasionado por la justicia, la paz, en sentido dinámico; artífice del amor entre los hombres. Hablar de las injusticias, de marginaciones, de hambre, de diferencias sociales irritantes, ¿está fuera del Evangelio? Reflexionémoslo; porque sus hijos, de distintas formas, aún las más exóticas, nos reclaman que la familia forme nuevos hombres para el futuro no lejano, ya avizorado desde este nuestro presente tensionado y en ebullición. Qué difícil es la tarea; no nos asustemos ni tengamos reacciones tales que mañana nos arrepintamos, mañana es tarde. A usted, querida mamá o querido papá, los comprendemos y comprendemos sus reacciones y sus desorientaciones. La Iglesia Riojana quiere brindarle una mano amiga y materna para caminar junto a su hogar e iluminarle con el Evangelio cómo construir el Reino de Dios desde su mismo hogar, antes de rechazarla o verla peligrosa, reflexione serenamente.
A ustedes que son los hijos: ven que no es fácil formar personas, maduras en la Fe y promotoras del desarrollo integral y ¿ustedes qué compromiso personal ponen para que ellos, aún desorientados, puedan un día, cerrar los ojos, con paz, serenos y llenos de esperanza de haber caminado juntos construyendo la felicidad, a la cual somos todos llamados?


Que la Virgen Madre, nos alcance de su Hijo Jesús la luz y la fortaleza necesarias para ser fieles a nuestra vocación de ser constructores de la Felicidad según el Evangelio.-

Homilía en el día de la Madre (19 de octubre de 1969)
Mons Enrique Angelelli - Misas Radiales Tomo 1 pag 26


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lunes, 8 de octubre de 2018

"Apuntes para una recepción eclesial de los martirios de Romero y Angelelli" - P. Quique Bianchi




“Si el mundo los odia, recuerden que primero me odió a mí”
(Jn 15,18)

Cuando Juan Pablo II en 1994 convocaba a celebrar el Gran Jubileo para recibir el tercer milenio de cristianismo nos hacía caer en la cuenta de que, así como la Iglesia del primer milenio nació de la sangre de los mártires, “al término del segundo milenio, la Iglesia ha vuelto de nuevo a ser Iglesia de mártires”.[1] Por eso invitaba a las comunidades a hacer todo lo posible por no perder el recuerdo de quienes han sufrido la muerte por ser testigos de Cristo.

Hoy con Francisco la Iglesia de América Latina recoge dos frutos maduros de esa iniciativa al celebrar la canonización de Romero en El Salvador y la inminente beatificación de Angelelli y sus compañeros mártires en Argentina. A los que presumiblemente podrían sumarse otros en todo el continente.

Pero debemos ser realistas y aceptar que en un cuerpo eclesial complejo como el de Latinoamérica la recepción de estos nuevos santos tendrá sus particularidades. Habrá quienes los reciban prontamente y con entusiasmo y otros que necesiten tiempo para entender e internalizar los argumentos en los que se apoya la Iglesia para reconocer estos martirios. En todos los casos, nos parece que puede resultar de utilidad una breve presentación de una noción teológica actual de martirio.

La Iglesia crece permanentemente en la profundización de lo que Cristo reveló,[2] y la comprensión que ésta tiene del martirio no es una excepción. En el siglo XX pudo verse claramente un progreso en esta dimensión del pensamiento teológico y es lo que intentaremos presentar desde la perspectiva de la realidad latinoamericana. Para ello, lo primero que haremos es un breve esbozo de la noción posconciliar de martirio (1). Luego diremos algo sobre el martirio en América Latina (2). En tercer lugar, explicaremos qué se entiende por martirio “en odio de la fe” (odium fidei) (3) y por último haremos algunas puntualizaciones sobre la dimensión política de estos martirios (4).

Somos conscientes de que para muchos resulta una piedra de escándalo el hecho de que las muertes de estos obispos se hayan dado en el marco de convulsiones políticas que siguen sin resolverse del todo. Es una dificultad que resulta inevitable y que cada uno afrontará según la lectura que tenga de los procesos históricos de América Latina.

No presentamos estas reflexiones desde una pretendida asepsia histórica. Cosa además imposible. Lo hacemos tomando partido por los perseguidos. Para esto hay una razón de fondo que tiene que ver con una dimensión constitutiva de la Iglesia. Ésta, enseña el Concilio, está llamada a comunicar los frutos de la salvación recorriendo un camino de pobreza y persecución como el de Cristo.[3] En la medida en que ella da verdadero testimonio de Cristo la persecución le resulta inevitable. Por eso donde quiera que se dé una situación histórica de opresión, odio, muerte, la Iglesia para ser fiel a sí misma se pondrá del lado de las víctimas y verá en ellas la imagen de su Fundador.[4] Desde ese lugar intentamos pensar las muertes violentas de estos cristianos. Manteniendo la premisa de que se trate de una reflexión teológica. Esto es, una lectura de los desenlaces de las vidas de estos obispos desde la fe cristiana en el marco de la Tradición de la Iglesia.   




[1] Juan Pablo II, Tertio millennio adveniente 37.
[2] Cf. DV 8.
[3] Cf. LG 8: “como Cristo realizó la obra de la redención en pobreza y persecución, de igual modo la Iglesia está destinada a recorrer el mismo camino a fin de comunicar los frutos de la salvación a los hombres”.
[4] Cf. LG 8: “también la Iglesia abraza con su amor a todos los afligidos por la debilidad humana; más aún, reconoce en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador pobre y paciente, se esfuerza en remediar sus necesidades y procura servir en ellos a Cristo”


Leer articulo completo

Muchas gracias P. Quique Bianchi!!!

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sábado, 6 de octubre de 2018

Homilía dominical “Iglesia Doméstica” - "No al Machismo" - Monseñor Angelelli


Lecturas del día: 

Génesis 2,18-24.
Salmo 128(127),1-2.3.4-5.6.
Carta a los Hebreos 2,9-11.


Evangelio según San Marcos 10,2-16.

Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: "¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?". El les respondió: "¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?". Ellos dijeron: "Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella". Entonces Jesús les respondió: "Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido". Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. El les dijo: "El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio". Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.

Homilía:

SALUDOS:
            Enfermos, ancianos, a los pueblos del interior, saludo a los delegados de Turismo y Turismo Social. Viajeros.
            Fiestas Patronales: Machigasta, Campanas, Amaná, Tilimuqui, Villa Unión, Potrero Grande (Jagué) Tama, Santo Domingo. Sra. de Vaguel, 60 años Pereyra.

            Venimos hablando permanentemente del Año Santo, todavía hay mucho por decir, porque vivirlo no es solo y principalmente realizar ceremonias litúrgicas, sino que es lograr un cambio profundo en la vida, de esto no nos cansaremos de repetirlo, un cambio de vida que nos haga verdaderos testigos del Evangelio de Cristo con una apasionante participación en la vida y misión de la Iglesia. Participación que sea a la vez, delicada, intensa, comprometida, fiel, fructuosa alegre y contagiante.
            Por eso, como decíamos el domingo pasado, en La Rioja tenemos el privilegio de tener “encuentros de pueblo” en las variadas y múltiples preparaciones y novenarios de las Fiestas Patronales. Las debemos aprovechar muy bien. Una Novena Patronal es un tiempo especial de gracia que nos regala Nuestro Padre Dios. Es tiempo para conocer y reflexionar más el Evangelio y desde allí iluminar la vida personal y la de nuestros pueblos y comunidades, es tiempo de mayor oración personal y comunitario, es tiempo para revisar lo que se nos exige hoy para vivir hermanados como ciudadanos, es tiempo de reconciliación interior para tener paz en la conciencia y reconciliarnos como miembros de una familia, como vecinos, como hijos del pueblo donde vivimos, es tiempo de creatividad para buscar juntos las soluciones a los problemas que tenemos en los pueblos y comunidades, es tiempo de hacer madurar la Fe por el conocimiento de la doctrina y por la mayor participación en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Es el tiempo del encuentro alegre de parientes y amigos que regresan al pueblo después de mucho tiempo, es tiempo de acogida.
            Hoy, las Lecturas Bíblicas de esta Misa Radial, centra su atención sobre el MATRIMONIO. Sobre esto hay mucho por hablar. Nos limitaremos a hacer algunas reflexiones para que en el seno de cada hogar riojano se viva esta gracia extraordinaria del Año Santo. Así como esperamos que este Año Santo sea un nuevo Pentecostés para la Iglesia y para el mundo, así esperamos que lo sea para cada hogar de nuestra diócesis. Que en cada familia riojana se sienta y se palpe la presencia viva del Espíritu Santo, que renueva, que purifica de todo egoísmo de toda infidelidad de toda desconfianza de toda falta de amor y felicidad.

            Porque a la familia se la llama, también, “Iglesia Doméstica”, es esta Iglesia Doméstica, la que tiene que experimentar los frutos de la Reconciliación y de la Renovación, como fruto también de diez años de Concilio. Es en esta Iglesia Doméstica en donde tiene que ir creciendo más la Fe, la Esperanza y el Amor, entre los esposos; entre padres e hijos; entre los hijos, que son el fruto de un encuentro hecho sacramento de Cristo, en la unión matrimonial. Hoy, por desgracia, las familias sufren muchos y graves problemas; unos nacidos del mismo seno familiar; otros que le vienen desde afuera. Hay males que son verdaderas enfermedades morales y que impiden a los hogares que sean felices. A veces se vive más un clima de agresividad que de paz, un clima de desencuentro que de amor y cariño, un clima de sufrimiento que de alegría y felicidad. Es bueno que se analicen las causas por qué suceden estos males y no tardar para ir poniéndole remedio.
            Porque, amigos, la Familia, nos enseña la Iglesia, debe ser una escuela formadora de personas rectas y equilibradas, una escuela educadora de la Fe y una escuela de auténtica liberación integral. Así iremos concretando caminos seguros para que nuestras familias sean felices y focos de felicidad y de paz, sólo así nuestra comunidad política tendrá ciudadanos que le brinden generosamente lo que ella reclama y necesita. Muchos males y sufrimientos que padecemos, hay que buscar sus causas, en el seno de los hogares. Es deber de los padres crear un clima de familia animado por el amor, por la piedad a Dios y a los hombres, que favorezca la educación íntegra, personal y social de los hijos. En el clima de afecto mutuo, de confianza, intimidad, cariño, respeto y libertad, se plasmarán personalidades fuertes y equilibradas para la sociedad.
            En lo que hace a la Fe, los esposos cristianos, son para sí mismos, para sus hijos y demás familiares, cooperadores de la gracia de Dios y testigos de la Fe. Son para sus hijos los primeros predicadores de la fe y los primeros educadores. Misión que deberá ser cumplida con la ayuda de Dios, con la palabra y con el ejemplo.
            Es en la familia donde se debe comenzar a educar para la liberación integral y conforme a lo que quiere Dios, así haremos hombres y ciudadanos auténticamente libres, ciudadanos con personalidad y comprometidos, y no hombres que fácilmente entregan su dignidad por un plato de lentejas, por una dádiva o por un poco más de status social. La familia es la primera escuela de las virtudes sociales; es la primera experiencia de sana sociedad humana; luego los hijos se introducen poco a poco en la sociedad civil y en la Iglesia. La familia es la escuela del más rico humanismo, dice el Concilio y el humanismo completo es el desarrollo integral o la liberación integral “dice el Papa Pablo VI (P.P. Nº 16).

            Pero, lo decíamos antes, todos sabemos de los graves problemas que sufren nuestras familias, especialmente las más marginadas de la vida de la comunidad. Problemas de tipo morales, económicos, problemas de salud física y psíquica; problemas generacionales de padres e hijos. Sabemos también de la angustia en que viven muchos padres, por no decir la mayoría, para poder afrontar las soluciones de estos problemas. Junto a profundas alegrías se viven en los hogares profundos sufrimientos; de diferente origen, que repercuten en el mismo hogar y en la misma sociedad donde se vive, se realiza la responsabilidad que se tiene. Si bien es cierto que hay problemas que deben ser afrontados solamente en el seno del hogar o en la intimidad matrimonial, sin embargo, la mayoría de ellos, deben ser afrontados por todos; es decir, que es tarea de toda la comunidad; es tarea tanto en el orden oficial como en el privado. Hoy todos los problemas toman dimensión universal. Cuando obramos así, lograremos tener los hogares y las familias que reclaman la Rioja y la Patria. Y bendecimos a Dios contar, junto a graves problemas materiales, un acerbo de valores y virtudes familiares en nuestra comunidad diocesana y riojana que no puede ser dilapidada, ni que falsos mercaderes, comercien con la inocencia, con la virtud y con los valores morales y cristianos de nuestras familias. En esto, padres de familia y cuantos tenemos responsabilidad en la comunidad, debemos ser vigilantes para que ni nos engañemos ni engañemos a los hijos, que por otra parte ya no se engañan tan fácilmente.

            A modo de ayuda y, a la vez, por exigencia de mi responsabilidad, señalaremos algunos de estos males. Aunque pueda parecer duro, es bueno ir eliminando eso que se ha dado en llamar “machismo” en el hombre. Lejos de hacernos más hombres, nos disminuye y muchas veces nos degrada moralmente. La mujer no es una “cosa” que se la usa, es una persona, igual al hombre, con una misión propia dada por Dios, con una dignidad; profanarla es profanar el templo de Dios. No hay una moral para el hombre y otra para la mujer a veces con apariencia de defensores de la Fe. Parecería que en la vida personal, como hombres, fuésemos unos convencidos de que al hombre se le permite “algunas” cosas.  Amigos, hermanos. Obrar así, es hacer desgraciado un hogar y a la misma sociedad donde actuamos. 

Otra enfermedad moral es la Infidelidad. Ustedes saben que a Dios no lo engañamos aunque engañemos a los hombres, el fruto de esta manera de obrar es recoger un hogar desgraciado, no feliz, o aparentemente feliz. Cuántas lágrimas se evitarían si esta enfermedad moral no existiese en el hogar. Creen que es una ilusión. Para Dios no lo es y para los hijos es felicidad.
            Otro problema que afecta a la familia es la falta de preparación de las parejas que llegan al matrimonio. Ustedes lo saben muy bien todos responsables, no sólo los novios, de esta inmadurez y falta de preparación para asumir responsabilidades serias como son ser esposos y padres. En muchos casos, por desgracia, al poquito tiempo de casados advierten que no se quieren, que no se entienden, que no todo era “luna de miel”, que desde lo sagrado de la intimidad matrimonial hasta las relaciones como pareja y como padres son prácticamente desconocidas; no digamos las responsabilidades que se asume como cristianos por todo lo que dijimos antes.
            Hoy, cobra de nuevo la realidad divorcio, problema que necesita lugar especial por ser complejo. Pero lo señalamos. Como señalamos otro mal que es verdadero crimen: El Aborto, las consecuencias personales y sociales son funestas. Quien paga las consecuencias es la Familia.
            Quisiera señalar, también, que llega a tanto la ceguera, a veces, que no advertimos cómo se derrumba el edificio de la familia y los valores de nuestra comunidad. Hoy seguimos por desgracia, hasta aplaudiendo a quienes pareciera tener como misión corromper nuestras familias, nuestra juventud y escandalizar a nuestra niñez. Más le valiera que se atara una rueda de molino al cuello que escandalizar... dice el Señor. La droga, el juego, la usura, el comercio de la mujer, hoy se lo quiere cubrir con la defensa de la Fe y con la lucha contra toda ideología extrema. Amigos: los llamamos a la conversión, no dañen a nuestro pueblo utilizando los factores de poder de que gozan.
            Quisiera finalizar esta homilía radial haciendo una recomendación y un pedido a todos los sacerdotes, especialmente a quienes les he confiado la responsabilidad pastoral de atender comunidades: Esmeren el ministerio sacramental, especialmente en el sacramento del matrimonio y en el de la penitencia, ayuden a que el Año Santo penetre el corazón de cada familia riojana, sean exigentes en la preparación matrimonial de las parejas, ayuden a la juventud, para esta gran responsabilidad de ser mañana: esposos y padres, que sepan dar a sus hijos razones por qué vivir y razones porque deben ser hombres de esperanza.
            Que este mes, dedicado a la Santísima Virgen del Rosario, esta tradicional oración mariana tenga esta intención.


MISA RADIAL - 7 de octubre de 1973      (Fiesta de la Virgen del Rosario) - Mons.Angelelli



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