viernes, 20 de febrero de 2015

SALMO 50 - PARA MEJORAR NUESTRAS CONFESIONES


Hoy el Padre Luis desde la Arquidiócesis de Tucumán nos regala esta hermosa reflexión:



Salmo 50: Creo que si quieres trabajar en esta cuaresma en tener una buena confesión, la mejor manera es a través del salmo 50, un salmo que te recuerda que sos pecador y que siempre necesitaremos de la misericordia de Dios.

Antes de introducirnos en un buen examen de conciencia, creo que tenemos que detenernos en el pecado. Siempre me gusta explicar que todos tenemos un pecado dominante, a vos y a mi nos domina un pecado, y uno puede decir: ¿cómo puedo reconocer que tengo un pecado si tengo millones?.



Creo que te puede ayudar la figura del árbol: un árbol tiene hojas, ramas, tronco, raíz.

Cuando me refiero a las hojas me refiero a esos pecados externos, a todos los pecados que te prendes a vos mismos, si no tenes una confesión frecuente o hace mucho que no te acercas a tu interior te creerás que tenes millones de pecados, hasta pones el nombre de pecado a cosas que no son pecados, es más vos mismo te tiras porquerías a vos mismo. Los llamo hojas porque crees que son varias pero en el fondo es producto de todo un proceso y toda hoja tarde o temprano cae, se renueva, cambia y también se seca, si recurrís a una confesión frecuente y a un acompañamiento te aseguro que esos pecados son los primeros que caerán.

Por otra parte tenemos las ramas, son menos que las hojas, son esos pecados que no cometes cotidianamente pero pero tienen más firmeza en tu vida, los pecados de las hojas aparecen según circunstancias y varían, en cambio aqui son pecados que aparecen en el transcurso de tu vida y basta en hacer una mirada a tu historia de vida para darte cuenta que ese pecado está. A ello se los debe ir trabajando de apoco, pues no es tan sencillo para dejarlo pero si se inicia un camino a través de la oración y de los sacramentos, pueden ser quebrados y cuando una rama es quebrada no produce, lo mismo pasa aquí, si podes controlar ese pecado que aparece en toda la historia de tu vida te llevará a evitar caer en otros pecados.

Luego viene el tronco, donde trabajando tu interior logras comprender que hay un s´polo pecado fuerte que te domina, ese pecado que te domina es uno de los siete pecados capitales, lo repasemos:





1) La Gula: muchas veces se cree que es el comer mucho, pero va más allá, es el producto de tu ansiedad y el de querer tener las ocsas ya. El comer mucho o el comer poco es un acto de escapismo a esa ansiedad que no podes controlar de querer tener todo controlado. Es por ello que para darte cuenta si es la gula el pecado que te domina no debes mirarte la panza sino mirar si te desesperan las cosas que tenes que hacer.

2) La avaricia; va más allá del tener, es mirarte y comprender que estas aferrado a cosas, a cosas materiales y a recuerdos de la vida, esa persona que busca tener, pero también busca retener ya sea personas, cosas o recuerdos.

3) La Lujuria: es aquello donde se prenden nuestros deseos sexuales y sensuales, es donde aparecen nuestros afectos, eso es producto de nuestra imaginación, es la búsqueda del placer en sí, que te lleva a buscar ciertos vicios, cosas que te hagan sentir bien por el momento, incluso la imaginación, que te hace jugar una mala pasada, unido al desorden afectivo que te hace una persona inestable.

4) La envidia: producto de mi egoísmo,es donde figura el yo, todo lo centras en vos, y a las personas que te rodean la buscas centrar en vos, buscar una cierta dependencia hacia tu persona es tu consuelo y te llega a sumar con gotas de orgullo. Marcas mucho con tu persona en el hablar, siempre en el diálogo buscas hacer aporte desde tu persona y siempre quedar bien `parado o ser admirado.

5) La Ira: Es el carácter que no puedo controlar de mi mismo, en donde no pasa en gritar o insultar sino más bien en la falta de control de mis sentimientos, y me lleva claramente a una imprudencia. la imprudencia en el hablar o en el actuar es producto de la ira que hay en tu corazón,.es por ello que deberás lucharlo con la busqueda de la humildad y aprendiendo a controlar los limites que uno tiene, para ello necesitas conocerte y aceptarte como eres. si a un perro lo tenes todo el tiempo encerrado y encadenado se hace malo, es por ello que hay que aprender a hablar lo que a uno le cuesta y cuesta, aceptando sus limites sino termina mordiendo a sus propios seres queridos, es decir lastimando.

6) La pereza: es la falta de visión natural a la vida, es como que todo queda allí, la mentalidad chata, es hacer lo que le piden y nada más, se excusa de todo y espera siempre de otro, nunca desea ser protagonista de nada, ni siquiera de su propia familia. Busca tirar la culpa siempre a otro y no asume su responsabilidad. espera que otro siempre controle su vida y no toma determinaciones, no tiene una visión a futuro ni a proyectos, vive el ya y no prever nada a futuro, "le gusta ser empleado y no jefe" porque no quiere tomar decisiones.

7) La soberbia: es el pecado que todo lo quiere controlar y ser igual a Dios. En este ultimo tronco me quedo porque todo tronco depende de la raíz y la soberbia es la raiz de todos los pecados. acordate que de Luzbel se pasó a diabolós(diablo) a través de la soberbia, en el cual queríoa ser igual a Dios. En nuestra vida puede pasarnos lo mismo, al querer controlarlo todo pasamos a dejar de lado lo más bello que tenemos, como nuestros dones, a tener el vicio de la soberbia en donde ni siquiera Dios nos interesa. La soberbia te puede llevar a creerte que siempre podes mirar por encima a otros y hasta burlarte de los otros creyendo que podes decir quien sirve y quien no sirve, te convertis vos mismo en aduanero y decis quien seguro va al cielo y quien no.

En fin, ésta, la soberbia también es raiz de todos los males, todos tenemos yun poco de soberbia a la cual nos lleva a uno de los pecados capitales. fijate si ya sabes que tronco tenes y a no desanimarse que el golpe de gracia que viene de Dios es el mejor fumigador para que saque de nosotros toda maleza, pero eso si, es un camino. Animo que como bien nos dice el sacerdote cuando nos confesamos: "te conceda el perdón y la paz" cuando uno se arrepiente de corazón lo primero que hay en el corazón es paz. como nos dice la escritura: Busca la paz y corre tras ella"




P. Luis Zazano
Parroquia Sagrada Familia - Alderetes
Arquidiocesis de Tucuman








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