lunes, 29 de octubre de 2012

Catecismo y Concilio Vaticano II


El Sumo Pontífice Benedicto XVI ha convocado al Año de la Fe escribiendo la Carta Apostólica que se denomina Porta Fidei, en esta carta nos invita a acercarnos mas mediante la lectura al Concilio Vaticano II y al Catecismo de la Iglesia Católica. Repasemos que nos dice textualmente:

A la luz de todo esto, he decidido convocar un Año de la fe. Comenzará el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013. En la fecha del 11 de octubre de 2012, se celebrarán también los veinte años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, promulgado por mi Predecesor, el beato Papa Juan Pablo II,con la intención de ilustrar a todos los fieles la fuerza y belleza de la fe. Este documento, auténtico fruto del Concilio Vaticano II, fue querido por el Sínodo Extraordinario de los Obispos de 1985 como instrumento al servicio de la catequesis. (Carta apostólica en forma de MOTU PROPRIO “PORTA FIDEI” del sumo pontífice Benedicto XVI, con la que se convoca el año de la fe, N° 4)

He pensado que iniciar el Año de la fe coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II puede ser una ocasión propicia para comprender que los textos dejados en herencia por los Padres conciliares, según las palabras del beato Juan Pablo II, no pierden su valor ni su esplendor. Es necesario leerlos de manera apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos cualificados y normativos del Magisterio, dentro de la Tradición de la Iglesia. […] Siento más que nunca el deber de indicar el Concilio como la gran gracia de la que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. Con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza» Yo también deseo reafirmar con fuerza lo que dije a propósito del Concilio pocos meses después de mi elección como Sucesor de Pedro: «Si lo leemos y acogemos guiados por una hermenéutica correcta, puede ser y llegar a ser cada vez más una gran fuerza para la renovación siempre necesaria de la Iglesia»(Carta apostólica en forma de MOTU PROPRIO “PORTA FIDEI” del sumo pontífice Benedicto XVI, con la que se convoca el año de la fe, N° 5)



 Para acceder a un conocimiento sistemático del contenido de la fe, todos pueden encontrar en el Catecismo de la Iglesia Católica un subsidio precioso e indispensable. Es uno de los frutos más importantes del Concilio Vaticano II. En la Constitución apostólica Fidei depositum, firmada precisamente al cumplirse el trigésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, el beato Juan Pablo II escribía: «Este Catecismo es una contribución importantísima a la obra de renovación de la vida eclesial... Lo declaro como regla segura para la enseñanza de la fe y como instrumento válido y legítimo al servicio de la comunión eclesial».
Precisamente en este horizonte, el Año de la fe deberá expresar un compromiso unánime para redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados sistemática y orgánicamente en el Catecismo de la Iglesia Católica. En efecto, en él se pone de manifiesto la riqueza de la enseñanza que la Iglesia ha recibido, custodiado y ofrecido en sus dos mil años de historia. Desde la Sagrada Escritura a los Padres de la Iglesia, de los Maestros de teología a los Santos de todos los siglos, el Catecismo ofrece una memoria permanente de los diferentes modos en que la Iglesia ha meditado sobre la fe y ha progresado en la doctrina, para dar certeza a los creyentes en su vida de fe.
En su misma estructura, el Catecismo de la Iglesia Católica presenta el desarrollo de la fe hasta abordar los grandes temas de la vida cotidiana. A través de sus páginas se descubre que todo lo que se presenta no es una teoría, sino el encuentro con una Persona que vive en la Iglesia. A la profesión de fe, de hecho, sigue la explicación de la vida sacramental, en la que Cristo está presente y actúa, y continúa la construcción de su Iglesia. Sin la liturgia y los sacramentos, la profesión de fe no tendría eficacia, pues carecería de la gracia que sostiene el testimonio de los cristianos. Del mismo modo, la enseñanza del Catecismo sobre la vida moral adquiere su pleno sentido cuando se pone en relación con la fe, la liturgia y la oración. (Carta apostólica en forma de MOTU PROPRIO “PORTA FIDEI” del sumo pontífice Benedicto XVI, con la que se convoca el año de la fe, N° 11)

Así, pues, el Catecismo de la Iglesia Católica podrá ser en este Año un verdadero instrumento de apoyo a la fe, especialmente para quienes se preocupan por la formación de los cristianos, tan importante en nuestro contexto cultural. (Carta apostólica en forma de MOTU PROPRIO “PORTA FIDEI” del sumo pontífice Benedicto XVI, con la que se convoca el año de la fe, N° 12)



Como hemos leído el santo padre nos invita a que leamos los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica, teniendo en cuenta esto hoy te ofrezco una posibilidad para que esta lectura sea mas fácil, te invito a visitar: Concilio y Catecismo, leyendo los documentos fundamentales para el año de la Fe, ingresa a: http://concilioycatecismo.com/ En esta pagina se publican todos los días un párrafo de algún documento conclusivo del Concilio Vaticano II y un párrafo del Catecismo de la Iglesia Católica, también podes suscribirte y recibirás estos textos en tu E-mail, aprovecha este recurso y como dice en la pagina, tomate entre 5 y 10 minutos para leer estos documentos importantisimos de nuestra Fe.

Desde este blog quiero felicitar a quienes nos ofrecen estos textos de manera digital. Felicitaciones y Que Dios los bendiga.




1 comentario:

  1. Qué buena página Diego!! muy interesantes los artículos, como así también la página que referís, es muy importante conocer sobre los documentos que explican la Doctrina eclesial.
    Fuerzas y a continuar con este Gran proyecto apostólico!!

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